Cosmecéuticos

 

 

 

La cosmecéutica:

Se define como un concepto diferenciado de la cosmética general, que se identifica por su alta capacidad bioquímica sobre el tejido. Por lo tanto, la primera característica de la cosmecéutica viene definida por el tipo de principio activo que contiene y su concentración. Cada principio activo tiene un umbral de concentración en la fórmula final, por encima del cual se obtienen resultados verdaderamente efectivos, mientras que por debajo del mismo no se consigue ningún efecto.

El reto científico de los cosmecéuticos:

El estrato córneo es la barrera más importante para impedir la entrada dentro del organismo de agentes perjudiciales y microorganismos y también para evitar la pérdida de agua del cuerpo humano. Su estructura y renovación diaria mantienen el efecto barrera toda la vida.

Los ingredientes funcionales de los cosmecéuticos deben atravesar esta barrera para poder ejercer sus efectos en la profundidad de las capas de la piel. Por eso, una gran parte de la investigación que se realiza con los ingredientes activos funcionales se realiza en estudios «in vitro», utilizando células de origen humano. Los cultivos celulares no son costosos y proporcionan resultados con células idénticas a las de la piel. En estas circunstancias, los ingredientes activos están en contacto directo con los receptores y membranas de las células vivas y pueden interaccionar fácilmente con ellas, evocando respuestas concretas de estimulación o inhibición de sus funciones.

Muchas sustancias activas no van a poder traspasar la barrera y entonces su utilidad cosmeceútica va a ser nula o mínima. Es decir, el estrato córneo limita restrictivamente el paso de sustancias funcionales, con lo cual se anula o atenúa su efecto «in vitro». Dicho de otra manera, la impermeabilidad del estrato córneo puede convertir a un cosmecéutico en un simple cosmético.

La actividad de los cosmecéuticos va más allá del estrato córneo. Sus ingredientes funcionales tienen que alcanzar las capas viables de la epidermis y también de la dermis. Por esto, una de las características primordiales de un cosmecéutico es el grado con que sus ingredientes funcionales atraviesan el estrato córneo.

Principios activos de los cosmecéuticos:

Existe una larga lista de sustancias que por sus acciones conocidas y beneficiosas sobre la piel pueden considerarse como los ingredientes funcionales de los cosmecéuticos. Sin embargo, al no existir legislación al respecto, estos mismos ingredientes que se emplean en la fabricación de cosmecéuticos, se utilizan también en la fabricación cosméticos y, en algún caso, de medicamentos.

Probablemente, una diferencia es que los cosmecéuticos se formulan utilizando concentraciones mayores de los ingredientes activos para favorecer sus efectos. Entre los ingredientes más conocidos están:

  • Las vitaminas como el retinol o las vitaminas A, C, E, nicotinamida o vitamina PP.
  • Extractos botánicos de plantas verdaderamente cosmecéuticas como centella asiática, té verde, ginkgo biloba, aloe vera, extracto de semillas de uva, etc.
  •  Ingredientes novedosos: péptidos miméticos o matriquininas, factores de crecimiento, endógenos o exógenos, y el gran grupo de los antioxidantes. Otro capítulo de gran interés lo constituyen los agentes despigmentantes de la piel.

Los cosmecéuticos encuentran múltiples aplicaciones dermatológicas para combatir los signos del envejecimiento cutáneo, arrugas y líneas de expresión, manchas, lesiones del fotoenvejecimiento o el enrojecimiento facial. Todos ellos pueden deberse a causas diversas como rosácea, telangectasias, eczemas, dermatitis seborrerica e irritativa o de contacto, piel grasa, piel seca, pieles proacneicas, celulitis, etc.

La llamada «cosmética de tratamiento», en la práctica, está constituida por productos cosméticos que responden al concepto de cosmecéuticos.

Aquí os dejo una línea de Skeyndor que abarca todas las necesidades de la piel.

Deja un comentario